La cara del destino, es así, fría, indiferente ante los cambios repentinos de la vida, nos lleva desafiante por mar, tierra, ríos y veranos reconfortantes y de pronto nos lleva a la montaña de la soledad dejandonos en oscuridad y tristeza, y en un amanecer lla estamos en la cima del hermoso cielo llenando de gozo nuestra existencia.
La cara del destino es así de pronto nos brinda un gran amor y después nos rompe el corazón con la nostalgia de no mas tenerlo.
Escrito por: Leticia Gonzalez Padilla.
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