Mi alma y mi corazón ya presentían tu presencia aún antes de conocerte, por que estabas en la brisa, el viento, y el mar, en el cilensio, en la luna, en el sol, y en aquel lucero distante y en la noche de luminosas estrellas.
Tu solo tienes la yabe de mi corazón te la entregó mi alma por que antes de conocerte ya te amaba.
Escrito por: Leticia Gonzalez Padilla.
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